Belleza: las muchas propiedades de la arcillaLa arcilla es un tipo de barro curativo y el barro es el material de la creación. Por ello, la arcilla se utiliza desde tiempos inmemoriales para el tratamiento de diferentes enfermedades. Y si tenemos arcilla, no hacen faltan antibióticos, ni antidepresivos.

¿Qué sabes sobre la arcilla?

Seguramente sepas qué es la arcilla. Pero lo curioso de este polvo es que lleva una carga negativa electromagnética que se adhiere a la carga positiva de muchas toxinas al activarse con el agua. Y, por tanto, actúa como un imán. Es decir, atrae las impurezas, los metales pesados y otros tantos químicos.

El funcionamiento de la arcilla es simple: absorbe tóxicos y suelta minerales vitales para que el cuerpo se sirva de ellos. Además, transporta oxígeno a las células para retirar el hidrógeno y afecta al pH de nuestro cuerpo al alcalinizarlo. Sin olvidarnos de que posee una gran concentración de diferentes minerales. Entre ellos, el silicio, calcio, magnesio, sodio, hierro y potasio.

Pero no solo eso, tomada correctamente, la arcilla incluso ayuda a equilibrar la flora intestinal.

La arcilla y la cosmética natural

En cuanto a sus usos en cosmética, la arcilla hidrata, tonifica y disuelve la grasa. Por lo tanto, es ideal para aplicar en la piel. También goza de propiedades antibacterianas y desinfectantes. Y es apta para utilizar interna y externamente y no solo como mascarilla de cara.

De hecho, se coloca sobre heridas que son difíciles de cerrar. Así como en esguinces, eccemas, herpes o picaduras de insectos. Y en todo tipo de lesiones, varices, hongos, erupciones cutáneas, hinchazón, quemaduras e incluso celulitis.

Por tanto, no nos debería de sorprender que muchas tribus alrededor del mundo la usen. Algo que ya documentó el Dr. Weston A. Price en su libro “Nutrition and Physical Degeneration”. En concreto, en el estudio de las diferentes razas primitivas descubrió que los indígenas en los Andes, en África Central y en Australia, llevaban una bola de arcilla en sus mochilas. Y que más tarde la disolvían en agua en la que bañaban sus alimentos antes de comer.

Además, las tribus explicaban que llevaban a cabo esta práctica curiosa para prevenir las enfermedades de estómago, tales como la disentería. Así como las infecciones por comida (pág. 266-267). Y el propio Dr. Price relata en su libro exitosamente su curación de disentería en África Central gracias a la arcilla.

Asimismo los animales enfermos, prefieren beber agua de sitios pantanosos, por las propiedades curativas que el barro confiere al agua. Incluso yo misma observé en la naturaleza la ingesta de arcilla por parte de diferentes animales.

Una advertencia sobre la arcilla

A pesar de sus beneficios, debes tener en cuenta una cosa: nunca manipular la arcilla con utensilios de metal. Porque estos cambian la composición química de la arcilla. Por el contrario, es recomendable dejarla al aire unos días antes de su utilización para que le den los rayos de sol.

Ahora bien, no tengo experiencia en tomar internamente la arcilla. Pero tengo pensado escribir un post sobre el tema en el futuro. No obstante, si decidimos tomarlo, debemos tener cuidado si nos medicamos porque disminuye la efectividad de las pastillas. Y también hay que consumir mucha agua, al producir estreñimiento.

Pensad que al añadir agua a la arcilla se forma una pasta bastante densa. Pues imaginad ahora esto en vuestro estómago. Pero si añadimos más y más agua, la arcilla se va diluyendo. Son cosas importantes a tener en cuenta.

Por otro lado, siempre es muy importante el origen de los productos. Incluso de uno como la arcilla que al fin y al cabo es barro. Como se menciona más arriba, la arcilla es muy potente absorbiendo tóxicos. Así que es muy importante saber cómo se obtiene, de dónde es y qué equipamiento se aplica para tratarlo y procesarlo (nada de metales). Incluso si utilizamos una cuchara de metal, llenaría la arcilla de cargas positivas y al utilizarla ya tendría muchísima menos efectividad.

En estos años usé muchas arcillas. Al principio solo sabía que era buena para mi piel y compraba la primera que veía. Pero al descubrir estos pequeños secretos y por fin dar con productos buenos, me di cuenta en seguida de la importancia del origen. La diferencia se nota desde la primera aplicación. Y esto, amigos, es decir mucho.

¿Cómo utilizar la arcilla?

En primer lugar, hay que desmaquillarse antes de usarla. Y luego formar una pasta con una cucharada de arcilla y una cucharada de agua. Al aplicarla, la piel suele enrojecer. Pero es una reacción normal porque aumenta la circulación en la cara.

Se recomienda utilizar una vez por semana. Pero se puede disfrutar con más frecuencia en función de las necesidades de nuestra piel. No obstante, si se utiliza con demasiada frecuencia causa sequedad e irritación. Si esto ocurriera, dejadlo un tiempo.

Para las pieles más secas se recomienda simplemente un lavado con agua y arcilla. Aquí nos podemos poner creativos y en vez de agua añadir vinagre, miel o alguna infusión fuerte de hierbas como por ejemplo de manzanilla. O también añadir algún hidrosol (agua de rosas, lavanda) o moler algunas flores o hierbas y echar en nuestra mezcla.

Otros ingredientes interesantes a tener en cuenta son la sal marina (añadir una pizca) y el té matcha (añadir una cucharadita). Tan solo tendrás que dejarlo actuar 15-20 minutos y retirar con agua tibia. Y luego puedes aplicarla en escote y hombros también si sufrimos de granos en dichas áreas.

Si notáis que sale un granito, prepara una mezcla y aplica en el área. No solo ayuda a reducir los poros. También tiene un efecto exfoliante, reduce las manchas en la piel, previene los puntos negros y deja la piel muy suave.

Finalmente, las chicas que no tienen suerte con el “no poo”, alcanzan buenos resultados con el champú de arcilla. Simplemente mezcla 1-2 cucharas con suficiente agua. Y puedes incorporar medio vasito de vinagre de sidra de manzana y algunas gotas de vuestro aceite esencial favorito. O simplemente utilizar como mascarilla de pelo, dejando actuar entre 5 y 20 minutos.

Un dato curioso

La joven actriz Shailene Woodley, protagonista de la trilogía Divergente, es la portavoz de la ingesta de arcilla. Obviamente los medios utilizan estas declaraciones como algo peligroso. Y los titulares siempre vienen acompañadas de frases como “no probar en casa”. Además de que la tildan de hippy y algo loca. Una pena.

Arcillas según el tipo de piel

  • Arcilla bentonita – piel normal a grasa, acneica
  • Rhassoul o arcilla marroquí – piel normal a seca
  • Caolín o arcilla blanca – piel sensible
  • Arcilla verde – piel normal, grasa o problemática
    Arcillas según el tipo de piel

Arcillas recomendadas

Aztec Secret, Indian Healing Clay
Redmond Trading Company, Redmond Clay

Redmond Trading Company, Facial Mud

Frontier Products, Arcilla Verde Francesa


Selime NedinAcerca de la autora

Mi nombre es Selime y soy de Bulgaria, un pequeño país del este de Europa. Encontré el blog de Edurne por casualidad y me enamoré de sus contenidos y filosofía desde el primer día. Poco a poco forjamos una bonita amistad que tiene en común un enorme afecto por la comida, la vida natural, la fotografía y el sentido del humor.
Con mi introducción al mundo paleo, me conciencié poco a poco sobre los tóxicos que no sólo están en nuestra comida, sino en casi todo lo que nos rodea. Por lo que dejar de utilizar los cosméticos convencionales era un paso lógico y necesario.
Pero no quiero sonar alarmista. Y aunque me demuestren que todos los ingredientes en una crema son sanos, la sencillez y el alcance de los ingredientes naturales es insuperable. ¿Acaso hay algo más sencillo que el aceite, la miel, la arcilla, el vinagre? Además de poder utilizarse en la cocina, son productos muy versátiles que sirven para mejorar la calidad de nuestra piel.
Por ello, mi filosofía es no poner nada sobre mi piel que no pondría en mi boca. En la sencillez está la máxima sofisticación.

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